El ácido hialurónico es reconocido como un relleno facial de elección, por los pacientes de la Dra Angélica Dominguez, debido a su excelente eficacia y seguridad. Es una sustancia producida naturalmente por el cuerpo humano y se encuentra principalmente en la piel. Su función principal es la de captar el agua y estimular la producción de colágeno.
Con la edad, la sustancia se degrada y se reduce la capacidad del cuerpo de producirla. El resultado es la pérdida de volumen, alteración de los contornos faciales y aparición de arrugas estáticas y resequedad, haciendo que la cara se vea envejecida y con rasgos que denotan cansancio o tristeza.
Sin lugar a dudas una de las consideraciones que se deben exigir antes del tratamiento es la calidad del ácido hialurónico que se aplicará. Si bien es cierto que existen precios muy bajos en el mercado para estos procedimientos, esto también influye en el tipo de material que se utiliza y puede ser riesgoso para el paciente. Por lo que la expresión de “lo barato sale caro” aplica para este procedimiento.
Por consiguiente, para disfrutar de manera segura de los beneficios de este procedimiento, y para analizar lo que realmente se valora antes de establecer el precio del ácido hialurónico, para cada caso, repasamos todo lo que implica su aplicación con la dermatóloga Dominguez.
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El ácido hialurónico es una sustancia propia del organismo que con el paso del tiempo se produce en menores cantidades, esta es una de las razones que explica la aparición de las arrugas y los surcos. Especialmente después de los 30 años de edad, es precisamente debido a la pérdida de producción de ácido hialurónico en la piel, que nuestras facciones comienzan a cambiar. De esta manera, notamos como nuestra piel y los tejidos más sensibles, como el contorno de los ojos, los labios y las mejillas, pierden rigidez y volumen.
Dependiendo del tipo de arruga a tratar, se utilizan productos de distintas densidades y a variadas profundidades, para conseguir un resultado natural. El ácido hialurónico alisa las arrugas, surcos y delinea los labios, dándoles más volumen si el paciente lo desea.
Esta sustancia no es permanente, se absorbe de manera natural a medida que transcurre el tiempo. Esto quiere decir que el paciente elige cuándo programa otro tratamiento, para mantener el efecto inicial.
Los resultados de la permanencia de la sustancia inyectada dependen de varios factores. Uno de ellos es el referido a las propiedades o características propias del producto que se utilice. Así mismo, la edad de cada persona y las condiciones de la piel pueden hacer que, el resultado que se ha logrado con el tratamiento, tenga una duración diferente en cada paciente.
Aún así, aunque el tiempo estará determinado por la persona y el área tratada, lo habitual es que esta sustancia dure de 8 a 18 meses.
Muchos pacientes sienten una incomodidad al escuchar sobre los tratamientos de relleno con ácido hialurónico. Antiguamente se utilizaba esta sustancia solo para dar volumen a las arrugas, sin tener en cuenta que muchas veces las causas de estas eran la pérdida de masa ósea (hueso) o tejido graso, que indefectiblemente es una consecuencia natural del envejecimiento. Al rellenar estos pliegues, se producía un fenómeno muy temido por todos: un rostro hinchado, con facciones artificiales y exageradas.
Al carecer de estos elementos (hueso y grasa), la piel pierde estructura y soporte, por lo que con el tiempo se descuelga y cae, marcando arrugas, como las que se originan en la comisura de la boca, en el lateral de los ojos e incluso en las mejillas. El tratamiento debe orientarse a las necesidades de cada paciente y de esto, principalmente, depende el precio del ácido hialurónico que se determine en cada caso, ya que para ello, se pueden utilizar diferentes densidades de producto y diferentes técnicas, que permitan un resultado natural. Según las características del producto que se aplique, el ácido hialurónico puede ayudar a:
Es importante que antes de realizarse el procedimiento se realice una evaluación de cada paciente de manera individualizada por un profesional que tenga el conocimiento para analizar cada zona del rostro y el tipo de problema que pueda presentarse, por lo que el precio del ácido hialurónico es diferente según estas condiciones.
La aplicación de relleno facial con ácido hialurónico es un procedimiento corto y sencillo, donde los resultados se pueden observar de manera instantánea. Los cambios cada vez son más evidentes, porque desde la primera aplicación se estimula la producción de colágeno.
Existen diferentes densidades de ácido hialurónico que se pueden utilizar, desde los más líquidos hasta los más espesos y densos.
El más denso y firme es el que se utiliza para dar puntos de soporte en ciertas partes muy profundas, por ejemplo en los casos que se necesite proyectar el mentón. En las densidades medias se utiliza para rellenar el surco naso geniano, el surco de la ojera o para definir y dar forma al labio. Los más livianos se utilizan para los tratamientos de hidratación, en los que se busca revitalizar la capa superficial de la piel.
Existen muchas marcas y cada una de ellas tienen un precio diferente en el mercado, y así como todo producto, el importe también lleva asociado un componente de calidad y por lo tanto seguridad. Incluso se han visto algunas reacciones no deseadas después de la aplicación de ácido hialurónico, que están asociadas a la calidad del producto que se aplique. Por eso es importante que el paciente verifique que, el especialista que esté realizando el procedimiento, utilice un material de relleno que esté aprobado y que cuente con estudios serios que avalen su aplicación.
La Dra. Angélica Dominguez utiliza solo marcas líderes, que le permiten obtener mejores resultados y sin riesgos para el paciente, porque cuentan con un estricto control de calidad y con la aceptación de la FDA, para que sean aptas para su uso.
Existe una diferencia en el precio del ácido hialurónico según la técnica que se utilice para aplicarlo, en que zona y con qué objetivo.
La piel de los párpados es una de las más delgadas del cuerpo y es una zona que se encuentra en continuo movimiento, por lo que el ácido hialurónico es una muy buena opción. En los pacientes jóvenes esta piel es firme, suave y de color uniforme, pero a medida que transcurre el tiempo, los huesos orbitales se ensanchan, lo que hace que los ojos se vean hundidos y que surjan círculos oscuros. Los signos de envejecimiento temprano son la depresión de la zona inferior y las ojeras. Es decir, se puede ver que la piel de los párpados es mucho más delgada que la de las mejillas.
El rejuvenecimiento es, sin dudas, una de las aplicaciones más efectivas en las que el ácido hialurónico actúa eficazmente, se puede aplicar en cualquier parte del rostro, pero además es útil en el cuello y el escote. El efecto que produce como relleno de las arrugas no es su único beneficio, también colabora con la textura y belleza de la piel, aportando elasticidad y humectación desde el interior.
Esta sustancia se usa principalmente para aumentar el volumen o para dar soporte, por lo tanto, el ácido hialurónico permite elevar la punta nasal, o mejorar el hundimiento entre la base de la nariz y la frente, teniendo en cuenta la estructura facial correspondiente a cada sexo, ya que la nariz femenina es algo más respingada y la masculina un poco más recta.
El objetivo principal de los rellenos de ácido hialurónico en esta zona, es corregir expresiones tristes de una manera sutil, logrando ligeros cambios en la posición de las cejas en función de la cantidad de producto inyectado, su consistencia y profundidad. Esta es una técnica generalmente indolora que, según la sensibilidad de cada paciente se puede realizar con anestesia tópica.
En este caso, cuando se trabaja con ácido hialurónico, se puede utilizar una viscosidad más espesa para lograr un soporte firme en los pómulos, dando más estructura a la zona y devolviendo firmeza a la piel. En muchas ocasiones esto se realiza junto con el relleno de los surcos nasogenianos para que el resultado sea mucho más natural.
El área de la mandíbula y el mentón, son otras zonas del rostro que sufren con el paso de los años, porque la hipertrofia de las grasas es uno de los primeros síntomas de envejecimiento reconocidos. El ácido hialurónico logra voluminizar la zona malar y darle mayor proyección al mentón, siempre que se busque una aplicación discreta y en vista de lograr resultados naturales.
El ácido hialurónico no solo se aplica con el objetivo de dar volumen, dependiendo de su composición se puede utilizar solo como hidratante, con el objetivo de suministrar mayor juventud.
Así como el precio del ácido hialurónico depende de la cantidad de zonas tratadas, también influye en él la técnica que se aplique para su colocación y en la calidad de producto, pudiendo aplicarse de manera superficial, como es en el caso de los labios o más profunda, como en el caso de los pómulos en los que se necesita suplantar la pérdida de estructura ósea.
El procedimiento demora entre 30 minutos a una hora (en promedio) y depende de lo que se necesite mejorar en el paciente.
Los pasos a seguir después de tratamiento incluyen el cuidado de la piel, evitando la exposición al sol sin protección, usar cremas descongestivas o cicatrizantes (según lo indique el especialista), mantener la piel limpia y humectada, evitando las infecciones (baños de vapor, piscinas y turcos) y las actividades que requieran demasiado esfuerzo físico.
Durante los primeros días es preferible evitar manipular excesivamente el área tratada, no deben realizarse masajes bruscos o muy fuertes en la zona.